jueves, 12 de julio de 2018

UNA REFORMA MÁS QUE IMPORTA.



Fernando Murillo Flores[1]

La revelación de conversaciones telefónicas de un Juez Supremo, de un Juez Superior y de dos miembros del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), puso en conocimiento público hechos que significan algo realmente grave, la existencia de una estrecha relación entre los jueces y miembros del CNM que denotan – de lo que se sabe – el intercambio de favores y complicidad en procesos de selección de magistrados; la gravedad radica en que los miembros del CNM son los encargados de nombrar, ratificar y destituir jueces y fiscales.

Los unos y los otros no debieran tener mayor relación que una estrictamente protocolar o institucional, cuando corresponda, y aquella que se desarrolle en el marco de procedimientos de selección, ratificación o disciplinarios, dicho de otro modo, y para ser más claro, no debieran ni jugar un partido de fulbito, y mucho menos presumir de ello.

Los hechos que ahora son de conocimiento público generaron un impacto expansivo más allá de lo que regularmente correspondería en otras circunstancias, como el inicio de una investigación a cargo de la OCMA, para el caso del Juez Superior; otra investigación para el caso del Juez Supremo a cargo del CNM – pero que no podrá ser por razones obvias – o, de pronto, una remoción de los miembros de CNM de parte del Poder Legislativo.

Los hechos, reprochables desde toda perspectiva, han impactado en un sentimiento nacional o punto pendiente en la agenda del país que, por algunas razones, estaba dormido: la necesidad de reformar el sistema de justicia. Es por ello que el Presidente de la República anunció que el Poder Ejecutivo tomará la iniciativa para satisfacer esa necesidad, aunque luego de escuchar completo el mensaje a la nación, dicha iniciativa sólo se concentrará – una vez más – en la “reforma del Poder Judicial”[2] como si éste fuese todo el sistema de justicia. El Presidente del Poder Judicial – para no quedarse atrás – expresó que el poder que representa presentará también su propuesta de reforma, defendiendo su independencia. Así planteadas las cosas, tendremos dos comisiones, una formada por el Poder Ejecutivo (de notables) y otra formada por el Poder Judicial[3] (de jueces supremos), en una carrera desesperada por recuperar el tiempo perdido ante una inexistente política de Estado respecto al sistema de justicia que, dicho sea de paso, nunca existió.  

Desde esa constatación quedará pendiente el rediseño estructural del CNM porque ello requiere el concurso del Poder Legislativo para hacer: i) la modificación de la Constitución y, ii) la modificación de su ley orgánica. Igual de pendiente quedará – pues no se escuchó algo al respecto – la reforma del Ministerio Público.

No es un secreto que el sistema de elección, ratificación y destitución de jueces, a cargo del actual CNM, fracasó principalmente porque el poder que reside en dicha institución fue  perdiendo autoridad de un tiempo hasta hoy. Tampoco es un secreto que la actual estructura y diseño del Ministerio Público no está respondiendo a las exigencias actuales que imponen las nuevas formas de la criminalidad organizada, nacional e internacional, ni a aquellos hechos delictivos que por su gravedad se tornan rápidamente mediáticos, requiriendo la satisfacción de expectativas sociales de las que están fuertemente impregnados los asuntos penales.

Otra cosa que no es un secreto es que el origen del problema del sistema de justicia radica, realmente, en el factor humano, vale decir, en la persona investida de Juez, de Fiscal y consejero del CNM, pues si estos no están bien educados e instruidos, su desempeño profesional y en los cargos que ocupen, será – como lo hemos escuchado – totalmente deplorable. En resumen, así sea el diseño de la estructura del sistema de justicia el más óptimo, si la educación e instrucción del factor humano que lo opere es deficitario, tendremos siempre el mismo resultado que hoy nos escandaliza, y si a ello sumamos la ausencia de ética, el resultado será siempre un desastre.

No me llamó la atención – en esa perspectiva – que el Juez Superior de la Corte Superior del Callao (¿quiénes lo eligieron?, ¿por qué lo eligieron?), en una de sus conversaciones esté interesado en que postulen al cargo de jueces superiores en la Corte que aún preside, personas sumisas para tener hegemonía en dicha Corte. Uno de los males que aquejan a las cortes de justicia del país es, precisamente eso, la hegemonía de grupos que al amalgamarse como mayoría, eligen al Presidente de Corte con el propósito de favorecer en muchos aspectos a los miembros de esa mayoría, en desmedro de los derechos de otros magistrados y tomar decisiones administrativas en función de intereses que no son necesariamente institucionales, sino que tienen como destino la hegemonía de dicho grupo, a todo nivel. Esta es una demostración de la ausencia de la ética en la función pública que reside en malas personas. Sería bueno que así como se está “evaluando la gestión administrativa de la Corte Superior de Justicia del Callao” (cf. R.A. N° 199-2018-CE-PJ), se evalúen las gestiones administrativas de todas las cortes del país. Esta sería una clara demostración de que el Poder Judicial desea evaluarse así mismo, para empezar.

El Poder Judicial – y ello es responsabilidad de quienes lo dirigen – hace mucho tiempo que debió tener una política institucional de auto reforma, no creo que en dos semanas se pueda hacer algo serio. No sé cuántos congresos de jueces se llevaron a cabo y no sé cuánto le cuesta al Poder Judicial llevarlos a cabo, lo que sí sé es que nunca produjeron algo, estos congresos, así como otras actividades, no soportarían el más breve análisis económico de costo – beneficio.

Hace algún tiempo describí que el Poder Judicial, concretamente la Corte de Justicia para la que trabajo, es como un archipiélago de islas, en ellas existen reyes y, en otras – un poco más grandes – tres reyes, que hablan, todos, idiomas diferentes, que nunca se comunican entre ellos y que están preocupados de sí antes que del futuro del archipiélago. ¿Qué nos hace pensar que hoy sabremos qué hacer si nunca pensamos en ello?



[1] Juez Superior de la Corte Superior de Justicia del Cusco. Profesor de la Escuela Post Grado de la Universidad Andina del Cusco.
[2] https://peru21.pe/politica/caso-cnm-presidente-martin-vizcarra-pronunciara-difusion-audios-413942
[3]https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/cortesuprema/s_cortes_suprema_home/as_inicio/as_enlaces_destacados/as_imagen_prensa/as_notas_noticias/2018/cs_n-pjrespalda-cambios-sistema-de-justicia-11072018

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